martes, septiembre 12, 2006

chistes de todo un poco

Entramos con mis hijos a un restaurante. Al traernos la cuenta, el mesero le arma tremendo escándalo a mi esposa:—Señora, por favor, ¡devuelva el tenedor que se guardó en el bolso!Mi señora –indignadísima– vocifera:—¡Atrevido! ¡Respete! Yo soy una distinguida mujer. Además, no tengo necesidad de una cosa de ésas. ¡Esto es una infamia! en nuestra casa tenemos cubiertos finísimos y muy elegantes. —¿Cierto, mijo? –se dirigió a mi hijo menor. Y éste respondió:—¡Sí, maaaami! Y... ¡de meeejoles leeestaulantes!

-¿Viste el apagón de anoche?-No.-¿Y eso?-Porque estaba oscuro.

Segunda opiniónDoctor a paciente: “Tu estas muy enfermo”Paciente: “¿Puedo tener una segunda opinión”Doctor: “Sí, tú eres muy feo también”

No es lo mismo los perros de Charles Boy que, voy a echarles los perros.

No es lo mismo, me río en el baño que me baño en el río.
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